HORIZONTES PLURALES

Mis artículos sobre temas Antropológicos, Educativo-Culturales y de Realidad Nacional, Latinoamericana y Mundial

Nombre: Ranulfo Cavero
Ubicación: Ayacucho, Peru

Profesor Principal de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga - Ayacucho

jueves, diciembre 18, 2008

CRÓNICA DE UNA UNIVERSIDAD SATANIZADA Y VIOLENTADA Y LA RESPUESTA INSTITUCIONAL



RANULFO CAVERO CARRASCO

Las recientes declaraciones del Secretario General del APRA, contra la UNSCH como “nido de terroristas” no es una novedad que extraña, tampoco es la primera vez que la Universidad se moviliza masivamente por las calles rechazando este tipo de diatribas como lo hizo el 24 de marzo último. Las clases gobernantes y los grupos de poder siempre la vincularon con el “comunismo”, con la “guerrilla” y el “terrorismo”; sus acusadores siempre cayeron en la “pedagogía del engaño” cuando la quisieron vincular con acciones violentistas.

En un intento de explicación y reflexión, proponemos tres grandes periodos vinculados a eventos sociales nacionales controvertidos y seis espacios temporales menores, en los que la UNSCH fue satanizada y violentada desde su reapertura hasta la actualidad. En ellos vemos denominadores comunes, fechas y contexto, actores sociales, la forma como fue estigmatizada y las acciones que se dieron contra la Universidad, así como su respuesta institucional.


I. MOVIMIENTOS CAMPESINOS POR LA REFORMA AGRARIA (1959 A 1965)

Desde 1959, fecha de la reapertura e inicial impulso de la UNSCH, debido a su sensibilidad por los problemas de los sectores excluidos de la región y por los cambios sociales y de mentalidad que significó la nueva institución superior, la iglesia y los grupos de poder locales los tildaron de “Universidad comunista”. La respuesta universitaria fue poner silenciosamente cimientos sólidos para su desarrollo y expansión acelerando su proyección a la comunidad.

En 1961-62, en un contexto de movimientos campesinos sureños y en la misma región de Ayacucho, cuando la labor universitaria de extensión social llegaba a la provincia de Cangallo, los promotores del Plan Nacional de Integración de la Población Aborigen (proyecto donde participaba la UNSCH) fueron acusados de “comunistas” y hubo un posterior allanamiento policial del Núcleo Educativo Campesino de Incarccay. La respuesta de la Universidad fue dejar el Proyecto.

En 1964, el Reverendo Padre Secco tildó a los profesores de la Universidad como “agentes del demonio”.

En el gobierno de Belaúnde, en 1965, a raíz de las acciones guerrilleras del Ejército de Liberación Nacional en la provincia ayacuchana de La Mar, la Universidad fue percibida por el Estado y los sectores conservadores como “peligrosa y subversiva”.


II. CONFLICTO BÉLICO INTERNO (1980 A 1999)

Entre 1982 a 1984, desatada la guerra interna por Sendero Luminoso (en un contexto en que particularmente en 1982 predominó la agresión de Sendero contra la Universidad y Ayacucho vivía en estado de emergencia y toque de queda impuesto por el gobierno belaundista); indistintamente el Prefecto de Ayacucho, un alto jefe policial, el mismo Belaúnde, el embajador norteamericano en el Perú y el General Clemente Noel acusaron a la UNSCH de ser “semillero de terroristas”, la “principal base de apoyo de la guerrilla” y se pronunciaron por “eliminar ese foco de subversión”, por su represión indiscriminada y el rechazo a los “traidores que trabajan clandestinamente desde el Rectorado y los salones de clases”. Fue el periodo en que la U. estuvo más cerca al receso. Hubo asesinato y desaparición de estudiantes, docentes y administrativos.

La respuesta institucional fue enarbolar la bandera de la Defensa de la Universidad. El 18 de septiembre de 1980, las autoridades de la U. convocaron a una conferencia de prensa para negar que la institución se encontrara comprometida con la quema de ánforas en Chuschi como insinuaban informes policiales y periodísticos. En 1981 la U. se pronuncia rechazando los decomisos y quema de libros que realizaba la policía, pues constituían las fuentes básicas de información universitaria y porque se atentaba contra la cultura en general. Frente a la agresión de SL al fundo Allpachaka (de propiedad de la Universidad) del 3 de agosto de 1982, hubo una marcha multitudinaria de la comunidad universitaria y los tres “estamentos” sacaron un importante pronunciamiento público.

En 1989, en el gobierno aprista, predominó la agresión a la U. por parte del Estado y los grupos paramilitares, se produce la destrucción del comedor de estudiantes, de la Oficina Administrativa de Bienestar Universitario, de la imprenta de la Pampa del Arco y unidades móviles de la Universidad. El 11 de noviembre de ese mismo año los estudiantes realizaron una multitudinaria marcha pidiendo la ampliación de rentas para la U. y denunciaron los planes del gobierno aprista por cerrarla. continuó la desaparición y asesinato de estudiantes, docentes y administrativos. En 1993, Vargas Llosa en su libro “Pez en el Agua” critica al ex rector Efraín Morote Best por haber “abierto las puertas de la U. al maoísmo fundamentalista” y ser “padre espiritual del movimiento extremista”.

Entre 1990 y 1999, las autoridades universitarias establecieron relaciones “pragmáticas” de armonía con el monseñor Cipriani y el comando político militar, hecho que fue explicado como una estrategia de “Defensa de la Universidad”.

III. NUEVO DESBORDE SOCIAL (2007 a la actualidad)

Nuevamente en el gobierno aprista, en marzo del presente año, Mauricio Mulder arremete contra la U. en un contexto de fuerte descontento y movimientos sociales a nivel nacional y que alcanza también a Ayacucho (el paro agrario y el asesinato de dos campesinos de Suso es parte de este contexto).

Como vemos en estos tres grandes periodos y seis espacios temporales menores, se vociferó mucha “pedagogía engañosa” por parte de los gobiernos de turno y los grupos de poder. Como ya lo hizo antes, más bien la UNSCH exige una “reparación civil” por parte del Estado, reclama más rentas para su funcionamiento adecuado, con vistas a recuperar sus instalaciones, laboratorios, carros e imprenta, y en general, su infraestructura física perdida a raíz de la nefasta violencia. Y exige el cese de la satanización y hostilización de la Universidad como lo hizo en la última marcha institucional del 24 de marzo.



* Más detalles se encuentran en el libro de Ranulfo Cavero UNSCH “…Imposible es Morir…” (Naokin Editores, 2005).